Con las flores de Bach podremos tratar tanto los aspectos emocionales como enfermedades físicas.
Ejemplo:
Aspectos emocionales: Insomnio, obsesiones, ansiedad, estrés, nerviosismo, agotamiento físico o mental, sexualidad, adicciones (tabaquismo, alcoholismo), miedos, fobias, soledad, traumas, falta de autoestima, rupturas, separaciones, duelos…
Aspectos físicos: sobrepeso, menopausia, alergias, gastritis, mareos, dermatitis, acné, dolores musculares, estreñimiento, etc.
Niños: miedos nocturnos, timidez, poca atención, berrinches, celos…
¿Qué son las flores de Bach?
Las esencias florales de Bach es un método de tratamiento natural suave que alivia los sentimientos y estados de ánimo negativos y ayudan a alcanzar un desarrollo personal duradero.
Las flores de Bach son lo que podríamos llamar una medicina sutil que nos da la posibilidad de asociar los síntomas o enfermedades a los estados emocionales.
El enfoque que Bach diseño fue psíquico y espiritual (flores para el alma), para Bach el verdadero origen de la enfermedad física se encuentra en nuestro interior, en las actitudes negativas frente a nosotros mismos y ante la vida.
El deseo de Bach era encontrar remedios naturales, con los que cada individuo pudiera tratarse el mismo su estado de ánimo, tenía que haber en la naturaleza un remedio para aliviar los sufrimientos del hombre. Gracias a su intuición desarrollo 38 esencias de flores las cuales corresponden a distintos estados de ánimo. Las esencias florales de Bach nos ayudan a potenciar nuestras cualidades (AMOR, COMPASIÓN, PAZ, CONSTANCIA, GENTILIEZA, FUERZA, COMPRENSIÓN, TOLERANCIA, SABIDURIA, PERDÓN, VALOR, ALEGRÍA) y a ver más fácil y sencillo superar nuestras dificultades, que son las verdaderas causas de la enfermedad: inhibición, miedo, intranquilidad, indecisión, indiferencia, debilidad, duda, exagerado entusiasmo, ignorancia, impaciencia, terror, aflicción. Pueden ayudar a aliviar o superar los síntomas de los actuales estados de ánimo o los que persisten durante más tiempo.
Cada una de las esencias corresponde a una de las cualidades humanas, y su propósito consiste en fortalecer esa cualidad, de tal forma que la personalidad pueda elevarse sobre los errores (emociones negativas) que representan. Los remedios están dotados con definido poder curativo que no tiene nada que ver con la fe, y cuya acción no depende de quien la administre.