La experiencia ha demostrado que el agua magnetizada y energizada ayuda en el tratamiento de casi todas las enfermedades, y es en especial benéfica en padecimientos digestivos, nerviosos y urinarios.
El agua magnetizada reduce el exceso de acidez y de bilis en el aparato digestivo y normaliza los movimientos intestinales, expulsando toda la acumulación de materiales tóxicos. De esta manera, limpia completamente el sistema, mejora la digestión, aumenta el apetito, expulsa la enfermedad y da salud y energía a la persona que la toma con regularidad.
Es recomendable que incluso las personas sanas tomen agua magnetizada para mantenerse libres de molestias o padecimientos digestivos. Para un consumo habitual se utiliza agua que haya sido magnetizada de cuatro a seis horas.
Esta maravillosa agua también es muy buena en padecimientos nerviosos y para la presión arterial, en especial la presión baja. Produce un efecto calmante y ligeramente sedante en el sistema nervioso, ayuda a limpiar las arterias obstruidas, normaliza el aparato circulatorio, nutre y da fuerza.
Además de estas propiedades, el agua magnetizada es efectiva en el tratamiento de asma, bronquitis, resfriados, tos y todo tipo de fiebres.
También se recomienda el uso del agua como auxiliar externo para el lavado de ojos inflamados o irritados, heridas, brotes de eczema, etcétera, para una recuperación más rápida. En todo tipo de infecciones oftálmicas se logran resultados sorprendentes si se lavan los ojos varias veces al día con agua magnetizada con el polo norte. Para conservar una vista normal no hay nada como el lavado diario de los ojos con agua magnetizada.
El agua magnetizada tiene muchas posibilidades, pocas conocidas y muchas todavía por descubrir.
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